Bullying y violencia juvenil en las escuelas

Desde "bullying" hasta el denominado "ciberbullying", las conductas violentas y agresivas crecen de forma alarmante e incluso algunas son moda.



En la sociedad actual donde la violencia se vuelve una constante en la vida diaria, nos impresionan y preocupan las masacres en las escuelas. Masacres como la del 20 de abril de 1999, en la preparatoria de Columbine en Littleton, Colorado donde unos jóvenes vestidos de color negro y armados con un rifle, una pistola semiautomática y más de treinta bombas caseras, comenzaron a disparar entre risas contra los estudiantes matando a doce de sus compañeros y a un maestro antes de suicidarse.

En México la violencia escolar también crece de forma alarmante
Existen diversos casos que salen a la luz pública por los noticieros, como el de una estudiante que fue asesinada por sus cuatro compañeros un 14 de febrero y estos jóvenes al hacer una declaración a la prensa expresaron que la mataron porque: "era una presumida y nos quería ningunear. Nos caía gorda" (Ibarra M. E., La violencia en nuestras escuelas).

Origen de la violencia juvenil
La violencia juvenil tiene raíces en la niñez, siendo posible que los niños de ocho años que son agresivos en la escuela posteriormente sean antisociales en la escuela y la edad adulta (American Psychological Association Commission on Violence and Youth, 1994).

De igual forma los niños que provienen de un ambiente familiar represivo o por lo contrario, de uno permisivo, también pueden mostrar una conducta agresiva y la percepción negativa que tienen de sí mismos les impide tener éxito en la escuela, interesarse por tareas constructivas y en su lugar se relacionan con otros jóvenes que refuerzan sus conductas antisociales. Una explicación a su violencia es que tal vez ellos han sido víctimas de la violencia o del abuso físico.

Los jóvenes que no respetan las figuras de autoridad como padres y maestros; que ignoran los derechos de las personas de su entorno; que maltratan a la gente y se basan en la violencia y amenazas para resolver sus problemas, son los mismos que por lo regular tienen un bajo desempeño en la escuela, abandonan sus estudios, consumen drogas o alcohol y que incluso podrían llegar a actuar como los estudiantes de la preparatoria Columbine.
Bullying y cyberbullying: nuevas formas de violencia juvenil

Desde aislamiento social (como el impedir que un estudiante participe en las actividades), pasando por acoso racista (teniendo como objetivos a las minorías étnicas y raciales), hasta situaciones tan comunes entre adolescentes como los apodos, hablar mal de alguien y la provocación del miedo -ya sea por agresiones físicas o psicológicas-, son características del bullying.

Depresión, baja autoestima, fracaso escolar, ansiedad e incluso el suicidio son algunas de las consecuencias que puede sufrir quien es víctima del acoso escolar.

La tecnología abre otras vías de acoso
En Internet es posible encontrar mensajes anónimos en perfiles personales con ofensas o también existen páginas con temas que promueven el odio racial, la violencia de género, la homofobia, intolerancia, etc., a este tipo de intimidación por Internet a una persona o un grupo de personas, se le llama cyberbullying y se resume en burlas e insultos por parte de usuarios que se creen impunes.

¿Existe solución?
La familia es la responsable de dar amor, orientación y apoyo a los adolescentes para evitar que caigan en riesgos y aumentar sus fortalezas. El escuchar a los hijos con atención e indagar discretamente sobre posibles situaciones de violencia en su escuela.

No sirve el clasificar a un estudiante como agresivo o violento, sino más bien orientarlo para formar su conciencia y prevenir situaciones a futuro, donde no sólo la víctima de violencia sufre, sino también su agresor quien al no ver alternativas positivas, puede adoptar de manera permanente un estilo de vida antisocial.

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